http://youtu.be/z6PUS923MSg
Ahora que es época de buenos propósitos y aún estas a tiempo de llevártelos al papel, ahora que todavía las recetas para un nuevo año siguen teniendo sentido y de verdad te planteas llevarlas a cabo, vengo a motivarte para insuflar en tu zurrón de los objetivos la fuerza necesaria para cumplirlos. Porque aquel que tiene retos está comprando una vida verdadera. Llena de motivos tu día a día para sentir que hay que vivirlos. Añade un punto de locura y riesgo si quieres que además colmen tu expectativa más humana, pues en lo cotidiano y repetitivo la experiencia pocas veces atesta el alma. Alienta a quien no ocupa su tiempo en desempeños propios o ajenos, agradece a quien tengas que hacer y no te guardes nada para quien lo precise, pues la ola de las buenas intenciones terminará por llegarnos a nosotros mismos antes que lo piense.
Plante su pincel ante un lienzo y dibuje su propio mundo, escogiendo el camino perfecto, que será el que elijas, pues antes quizás ni siquiera los hubo. Abraza el primer paso de tu travesía, como el último, pues serán los que quedan en medio los que te abracen a ti mismo. Ama las piedras que te hagan caer, pues allí habrá experiencia y aprendizaje. Llena de cielos tus recuerdos, de miradas tu espíritu, de olores que despierten tus ganas de todo. Nunca desfallezcas en el intento, pues es el intento lo que merece la pena. Nunca sueltes la sonrisa, pues sólo tú la eliges ante cualquier desdicha. Cuida tus palabras, pues son los mensajes que dejas en el mundo, gloria a los silencios, pues son la forma de entenderlo todo. Dar pasos es tu destino, no hace falta más para vivir una existencia plena. Nada es imposible a menos que lo creas, mas cuando dudes nunca dejes de andar, jamás te pares, ni aún cuando mueras, pues es posible que tu camino ahí tampoco acabe. Mientras, puedes estar tranquilo, yo te acompaño…
Qué gran suerte que tú estés al lado.