Aceptación, Compromiso, Humanidad, Inteligencia

La Valencia del Potasio…

No nos enseñaron a amar. Nos hablaron de buscar la media naranja, del amor perfecto, del príncipe maravilloso o la princesa encantadora. Nos enseñaron la rosa pero no las espinas, las dudas, los rencores, los celos y el saber superarlo todo. Nos dijeron que quien ama no pone condiciones y que la pareja podía con todo. Nos creímos que el miedo desaparecía con las caricias, que los problemas se diluían con el tiempo y que aguantar era el buen compromiso. Se inventaron que los jóvenes no sabemos, que los antiguos eran los correctos y que depender es una forma óptima de existir.

Pasamos por la escuela, por el instituto o por la Universidad y nadie nos enseñó a amar. Muchos temarios con conocimientos que nunca utilizaré, formación en detalles sobre cosas que no interesan, que no son aplicables a nuestro día a día, que sirven de poco. Ninguna asignatura dedicada a enseñarnos actitudes. Ningún examen en el que se valore el esfuerzo, sino la memoria. Nadie que nos de unas pautas de cómo encauzar una relación que no funciona, de cómo superar la inseguridad o mejorar la autoestima. Se supone que lo traes de casa, que para eso están los padres, lo que es un error de proporciones épicas.

Y van pasando los años, crecemos, elegimos a alguien con compartir nuestra vida y fallamos. Fallamos porque vamos sin mapa al laberinto del amor, de la pareja, de las relaciones humanas. Desconocemos lo que es la empatía, saber escuchar, motivar con sentido, mostrar actitud ante los problemas y sonrisas a las penas. Y nos cuesta acertar, desde luego, porque ya el fallo lo entendemos como un fracaso y no como un posible aprendizaje, entre otras cosas porque no se nos dijo.
Y así permanecemos, viviendo una realidad en el alambre entre las cosas que debemos y las cosas que queremos. Como quien camina por una senda a oscuras, sin más información que las piedras que pisas y los ruidos cercanos que escuchas. Sin saber mucho más que poner un pie delante del otro y rezar para no equivocarnos demasiado.

Y un día vas a la consulta de un profesional, cansado de tropezarte, maldiciendo tu historia, buscando luces que te rebelen un camino que no siempre está a tiempo de tener un buen destino. Y el profesional se compadece, de ti, de todos los que no recibimos una educación al respecto, víctimas de un sistema educativo y social que no es sensible con aquello verdaderamente importante, saber amar, saber querer, saber vivir, aunque tengamos que sacrificar el conocer la valencia y el símbolo del potasio, o el máximo común divisor de una cifra. Casi preferiría no saberlo y saber sumar en el amor, en la amistad, restar los temores de mi día a día, eso y multiplicar las sensaciones geniales que son resultado de una actitud genial constante ante la mismísima vida que no nos enseñaron…

20150323-153530.jpg

1 thought on “La Valencia del Potasio…

  1. hermosa historia y verídica aprende uno tantas cosas pero lo mas importante que debemos saber y por lo cual estamos en este planeta jamas alguien nos lo enseño.
    El amor la máxima realidad de la creación se quedo en veremos

Deja un comentario