Tu lucha será encarnizada. Tu conciencia te dirá que no puedes, que la situación te supera y que abandones. Vendrán los fantasmas, los temores, las dudas y tus sombras. Te empujarán al vacío, confinando tus ilusiones, haciendo que creas que no todo es posible. Tendrás vértigo, las peores sospechas y los más enormes miedos. Es la ofensiva hacia sí mismo de los que aspiran a alcanzar sus propios sueños. Una batalla continua, cuerpo a cuerpo contra tu alma, con lanzas que vuelan buscando ser tu pesadilla. Vendrá la pereza, la decepción y el desencanto. Llegarán las nubes, el horror y la tristeza. Tendrás que ser guerrero, ya sea herido o lastimado, aunque la muerte asome y el horizonte desaparezca.

Mas tienes las palabras, el honor y tus principios. Tu arma es tu actitud, la dignidad y tus respuestas. Te tienes a ti, y con eso debería bastar. No hay orgullo si no existe sacrificio. No hay aprendizaje donde habita el olvido. Un héroe se forja de desafíos, de retos por superar y de grandeza merecida. No hay titán si antes se ha rendido. No existe coloso que viva sometido. Tu hazaña ha de ser ejemplo, y no tendrás mejor faena.

Y esa pelea no termina nunca, porque la gloria es efímera, pero la serenidad es inmortal. Porque la razón no es infinita, y la emoción es eterna. Así escribirás el destino, sin esperar a que aparezca. Inventarás el tiempo, que el futuro es de los genios que vencen su presente. Exprime los instantes, que ningún momento vuelve. Haz aquello que te arde, que sin fuego no se vive.

No concedas ni un suspiro, que el pesimismo es una puerta que se abre y fácil no se cierra. Desconfía de los que te niegan, que tu poder es inmenso, pero no todos saben admitirlo. No se conoce quien no perdona, y tu genialidad te hace compasivo. Ilumina un mundo enfermo que sólo acierta a ser realista. Cura el lamento del que ha dejado de creer y del ciego que ya no ve caminos por delante. Sirve y serás libre, que la paz es dejar de depender y no pierde el que sabe hacerlo con decencia.

Que el coraje nos sorprenda insistiendo, que la locura es estar cuerdos si no conlleva entusiasmo. Que viva lo espontáneo, el esfuerzo y lo humano. Que la lucha no nos mata si vamos hacia ella. Y que esa es la única diferencia de aquellos que estamos en la guerra, arrasar con nuestros propios límites. Que nadie te haga creer lo contrario…