Aceptación, Compromiso, Humanidad

El Reto de Eva…

La razón te dirá que es imposible muchas veces. No le hagas caso. Los límites son barreras imaginarias que tu mente se inventa para que creas que la buena vida es aquella en la que no te arriesgas demasiado, pero es mentira. No tienes la culpa, nos enseñaron que la estabilidad consistía en una existencia cuerda, sin grandes sobresaltos, como si se tratara de una misma película que se repite ante ti, y que, con el tiempo, deja de emocionarte. Pero no es cierto. Lo veo a diario. Son muchos los ejemplos de personas que luchan hasta la extenuación por un motivo, un impulso que de sentido a sus días y su lucha, y mientras lo hacen hallan la felicidad que tantos buscan por otros caminos sin premio.

Conocí a Eva hace un tiempo, en un ciclo de charlas, y nos contó su enorme historia. Desprendía una vitalidad y un desafío al destino fuera de lo común. Apareció en un estrado bebida en coraje y nos regaló su hazaña como madre y como pareja. Eva tiene tres hijos, y uno de ellos, Nacho, sufre una enfermedad rara, de la cual existe poca investigación, y que, a día de hoy, no tiene cura. Ella, una mujer diagnosticada hace años de esclerosis múltiple, fundó Asdent, elaborando todo un plan para conseguir recaudar fondos y dedicarlos al estudio de la enfermedad de Nacho, necesitando exactamente quinientos mil euros, divididos en varios plazos de setenta mil euros cada seis meses. Han podido pagar el primer plazo, pero faltan muchos. En Asdent hacen de todo, desde recoger tapones hasta dar charlas, pasando por ofrecer productos solidarios en su web. Ella hace y habla con quien haga falta para recaudar lo necesario, famosos o anónimos, pero aún sigue quedando mucho.

Y es que ayer tuve en mi cabeza a Eva y Nacho, viendo la felicidad de miles de niños recibiendo las carrozas de los Reyes Magos en Triana. Pensé en el poder que tendríamos como sociedad si uniésemos nuestras fuerzas para hacer creer a aquellos que hayan perdido la fe en sí mismos. Pensé en el poder del mensaje de una madre, alguien que dice no a la expectativa y lucha hasta lo indecible, no sólo por su hijo, sino por aquellos que sufrirán la misma maldita casualidad en el futuro. Y qué quieren que les diga, me rindo ante ellos, y me uno sin dudarlo a ese carro de los que se niegan a aceptar la expectativa pesimista que a veces se nos presenta como más probable.

Porque, como ella acaba su discurso, si ella lo hace, cualquiera puede. Por eso le dedico hoy unas líneas, porque refuerza mis pelea constante y diaria, ya sea en consulta o fuera de ella, contra aquellos que viven dormidos en el conformismo de pensar que, ante lo que nos supera, no se puede hacer nada. Y si tienen dudas hablen con los cientos de voluntarios con los que tuve la suerte de toparme, con esos que superaron enfermedades cuando la medicina los daba por perdidos, con los samuráis que terminaron su aventura con final feliz, o con la mismísima Eva, una madre que merece nuestro aprecio y una ayuda solidaria inmediata. Y si encuentran excusas para dejar de avanzar es porque aún no se han parado realmente a pensarlo, aunque con que lo sientan y hagan por colaborar ya me vale…

Feliz día de la Madre Eva…
www.asdent.es

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