Dime una excusa y te daré diez motivos. Dime que no hay trabajo y te contaré mi historia. Dime que no sabes, y yo te enseñaré. Dime que no quieres, y yo te motivaré. Dime que estás sólo y yo te abrazaré, que vas tarde y te regalaré tiempo, que es imposible y te mostraré mil ejemplos. Dime que es difícil y te lo pondré fácil, que te has perdido y haré por encontrarte. Dime que te equivocaste y yo te aceptaré, que lo has intentado sin éxito y yo te empujaré. Dime que te han vencido y yo te sostendré. Dime que no hay razones y te emocionaré, que te han herido y yo te curaré. Dime que vives pesadillas y yo haré por soñarte, que tu mundo se ha cerrado y yo te liberaré. Dime tus lamentos que te mostraré alegrías, tus dudas para que te convenza, tus temores para hacer que te ilusiones. Dame tu orgullo y te haré humilde, tus mentiras y serás sincero, tus locuras y respirarás cordura. Dame tu infancia y te daré recuerdos, tu cariño y te daré mi alma, tus pasos y dibujaré el camino.

Dame tu mirada y te presentaré el horizonte, tu esfuerzo y te pintaré el destino. Dame tu corazón y te daré latidos, tu cuerpo y te proporcionaré escalofríos. Dame tus ansias y te daré victoria, tus secretos y te vestiré de gloria. Dame tus palabras y te amaré en silencio, tus gestos y honraré tus hazañas. Dame tu prosa y te haré cien versos, tu fe y construiré montañas, tu valor y ganarás tus guerras. Dame la mano y te llevaré del brazo, tu salto y volaremos juntos, tus labios y te daré carcajadas. Dame tu presencia y te daré ternura, tus lágrimas y te daré abrazos, tu pasión y serás eterno.

Dame tus límites para superarlos, tu existencia, para exprimirla, tu inspiración, para respirarla, tu belleza, para tentarla. Dame lo que nunca dijiste, lo que sentiste, lo que siempre negaste, lo que jamás contaste. Dame tus miedos y haremos poesía, tu actitud y forjaremos proezas. Dame tus días y te daré sus momentos, tu futuro y te daré los instantes, tu pasado y tendrás el presente. Dame la opción de conocerte, de sentirte, de reinventarte y volveré a hacer que confíes. Dame la posibilidad de enamorarte de tu mundo, de hacer que vuelvas del infierno y que merezcas el paraíso que aún te espera y sigues sin creer que es tuyo…