Aceptación, Compromiso, Humanidad, Inteligencia

Vivir el Presente

Hablar de lo ocurrido este fin de semana pasado me permite acceder al lugar donde discurren los sueños y se cumplen. Cuando les digo a mis pacientes que vivan el momento, poco o nada tiene que ver con el carpe diem malentendido de los que asocian a juerga el mandato latino. Vivir el instante consiste en tener ilusión y sentir en propias carnes cada evento de tu vida. No tiene porqué ser necesariamente un evento social, tampoco un evento familiar siquiera. Les hablo de los eventos que ocurren dentro de nuestras cabezas, los privados. Me refiero a las sensaciones cuando un amigo te abraza emocionado por unas palabras que le dedicas, a los sentimientos que surgen de expresar las emociones más sinceras, al escalofrio intenso que empieza con un simple cruce de miradas.

A veces nos encargamos de alargar la distancia entre lo sincero y la apariencia, sin darnos cuenta que, en realidad, nos estamos alejando de nosotros mismos. Ocurre casi de forma inconsciente, sufrimos de forma casi invariable cuando dejamos que el pensamiento discurra en los fatídicos «deberías» del pasado, cuando nos culpamos de cosas que hicimos o dejamos de hacer en su dia, y eso maltrata nuestro presente, aún sabiendo que no hay opción posible de cambiarlo. Por no hablar de los «deberías» del futuro, igualmente perniciosos con nuestro presente por la ansiedad que nos genera, ya saben, los «tengo que…», que a menudo sobrepasan los umbrales de ansiedad sostenible.

La solución es sencilla aunque no lo parezca, vivir el presente, el instante latino que nos otorgan los antiguos con su carpe diem, saber observarse cuando caemos en el tobogán de «deberías». Y para ello, bailar cuando el día no invite, cantar hasta quedar afónico, dedicar sonrisas a quien se deprime, abrazar a quien tiene frío, amar a quien no lo merece, responder aún sin ser correspondido, dar el primer paso siempre, ser impaciente en acciones, dadivoso con las emociones y espléndido con las palabras. Es no dejarse nada, ni mucho ni poco, vivir el momento actual, que es el único que no termina.

Y me dirán que es fácil escribir estas letras, habiendo sido testigo de una boda excepcional de mi querida hermana, pero tienen que saber que mi compromiso no empieza ni acaba hoy con vosotros, nunca termina, o al menos así entiendo yo los instantes de toda mi vida, interminables, inabarcables, ni es que así lo quisiera…

 

http://youtu.be/xncpTqFKOkw

1 thought on “Vivir el Presente

  1. Ay, yo siempre he sido así… Creo que siempre he tenido la capacidad de ‘extrapolarme’ y vivir el presente, aparte de las circunstancias, haciendo una lectura positiva de todo lo que llegaba a mí por los cinco sentidos por muy malo que fuese lo que ocurría a mi alrededor. Pero a veces, los sucesos malos de la vida se anteponen a esa manera de ser y entender la vida y la anula…

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