Aceptación, Compromiso, Humanidad, Inteligencia

Mi Generación Perdida…

Casi nos lo creímos. Casi nos convencen. De que los títulos equivalen a sabiduría y que los Masters a experiencia. Casi nos persuaden de que la teoría vale más que la práctica y que la facultad es la voz de la calle. Que emprender es un talento y que nunca se cultiva. Casi nos hacen pensar que la estabilidad es un trabajo de ocho horas con treinta días en verano. Que actitud es menos que habilidad y que motivación es una ilusión mentirosa. Que talante es tan solo postura y que el éxito tiene que ver con el dinero.

Nos engañaron. Nos dijeron que el futuro estaba escrito, que la gente no cambiaba y que las cosas siempre iban a peor. Nos clasificaron como la generación desperdiciada, parias culpables de un pecado que ellos mismos cometieron. Nos juzgaron como desanimados, perezosos, caprichosos y sin valores. Dudaron de nuestra creatividad, de la valentía de levantarnos en un mundo derruido, de la garra de sobreponernos a lo que viniera. Nos asustaron con el fin del planeta al tiempo que se cargaban sus recursos. Criticaron que fuésemos consumistas, hedonistas, nihilistas y poco espirituales. Pero se olvidaron que somos la gente más creativa, sensible y delicada de la historia. El nuevo renacimiento humano donde ser autodidacta es una opción más que viable. Donde cualquiera puede hacer obras bellas e increíbles, conocer mil culturas y entender cien veces mejor el universo.

Somos la generación que más respeta la diversidad, los que más toleramos las diferencias y los primeros en luchar hasta lo imposible. Somos las personas del cambio necesario, del coraje continuo por cambiar una realidad heredada que todavía no nos convence. No sentimos culpa, pero sí responsabilidad. No sentimos vergüenza, pues estamos preparados. Somos frágiles y sensibles, pero estamos listos para vencer lo que venga. Somos cuerdos, pero estamos locos por dar la vuelta a todo. Pues somos más honrados, más soñadores, más arriesgados y más generosos. Porque habitamos el presente mirando el futuro y aprendiendo del pasado. Porque no vivimos anclados en los miedos y en los temores, y perdonamos con un suspiro.

Aquí andamos. Los atrevidos que apuestan al más difícil todavía. Los que convertimos las peores expectativas en la mejor de las hazañas. Aquellos que somos capaces de ir donde haga falta, allende los mares, buscando sustento, una oportunidad, lo que sea necesario. Héroes de una época convulsa que nos brinda un desafío increíble. Tener la posibilidad de luchar nuestros sueños. Tapar la boca a los mayores, a los profesores que jamás confiaron, los Estados, a los gobiernos, a los descreídos y a los pesimistas.

Aquí estamos. Los poetas que con retales hacemos poesía. Los artistas de pinceles prestados que pintan cuadros entusiastas. Los guerreros capaces de hacer la guerra tan sólo con nuestras propias manos. Los navegantes de aventuras increíbles, los genios de las maneras y los guardianes de las emociones. Aquí estamos, a pesar de todo, decididos a demostrar que somos fuertes, que elegimos nuestra vida y que los antepasados se equivocaban. Aquí estamos, la supuesta generación perdida, eligiendo ser geniales, dispuestos a vencer todo aquello que nos dieron por derrotado, y si no que me digan otro reto con mayor gloria, eso o una mejor forma de encontrarnos…

20150528-141616.jpg

Deja un comentario