No lo hagas por los demás, hazlo por ti, por tu pasado, por tu presente, por tu futuro. No lo hagas por lo que tienes, sino por lo que quieres tener. No lo hagas por lo que sabes, sino por lo que aspiras a saber. No lo hagas por lo que dirán, sino por lo que te dirás a ti mismo cuando ya todo haya acabado. No lo hagas por intentarlo, pues te pertenece. No lo hagas si no te apasiona, si no te eleva, si eres razonable o si tienes dudas. No lo hagas si no estás dispuesto a arriesgarte, si no te duele, si no te arde, si no lo gritas. No lo hagas por venganza, por orgullo, por miedo o por vergüenza. No lo hagas por rabia ni por odio, ni por rencores que te consuman. No lo hagas sin fe y sin alma, sin corazón y destreza.

Hazlo porque te quema, por los silencios que te hicieron daño, por la soledad que conoces, por los tiempos que están por venir. Hazlo por la amistad, por el amor, por los instantes que obtienes, por la serenidad y por tu historia. Hazlo por los que lucharon, por tus antepasados, por todos esos héroes anónimos que quisieron cambiar el mundo. Hazlo por los locos que aún escriben poesía, por los que deciden beberse la vida, por los benditos malditos que le dan la vuelta a todo. Hazlo por el artista que hizo imposibles, por el héroe que pintó mil hazañas, por la madre que hace milagros, por el padre que se desgañita, por tu Dios, por la naturaleza o el destino.

Haz por ser genial, por ser sincero, por ser perfectamente imperfectos. Haz por ser agradecido, por ser sensible, por ser vital, por ser afectivo. Haz por ser inmortal con tus gestos, esencial, alegre, decidido. Haz por ser auténtico, haciendo sin pensar demasiado, sintiendo al decir, provocando, inventando, suspirando. Haz por alterar el universo, aceptar la realidad para empezar a cambiarla, soñar despiertos y hacer que ocurra. Haz por emocionar, evocar sentimientos, levantar el ánimo de quien te acompaña, ayudar a caminar a quien lo necesita, aprender a vivir, olvidar lamentos, respirar los momentos.

Haz por decidir, elegir, ser libres, perdonar, pelear la gloria. Haz por navegar aún más lejos, volar cien cielos e inspirar mil historias. Haz por ser infinito, saltar tus límites, abrazar a tus enemigos, besar los temores. Hazlo por mi, que te espero, por ti, que desesperas, por mis letras, por mis ganas, por mi confianza en tus posibilidades, por mi ansia incansable porque lo consigas. Hazlo porque te lo debes, después de tanto, porque un día nos vamos, desde luego, y quizás sea la única manera de hacer por ser eternos, y a buen seguro lo mereces…