Aceptación, Compromiso, Humanidad, Inteligencia

Haz las Cuentas…

Haz cuentas. Un amigo son dos, el que ama y el que sonríe. Una pareja son tres, tú, contigo, y la otra persona. Un pueblo es uno, todos juntos ante la injusticia, y un mundo es nada, apenas, sin un corazón intenso que se desviva.

Cuéntame un universo sin leyes, perfecto, con palabras que curan, sonrisas que alivian y con besos que matan. Sin más patria que la infancia, ni más himno que el presente, ni más raza que la humana.

Cuéntame una historia, la tuya, con prosa, que no falte, que no hubo poeta que no se perdiera entre líneas, ni hay poema bello que no venga de una herida. Capitán, dispuesto, que no faltan aventuras, escucha, sino ganas de vivirlas.

Dime aquello de volver a volver, a ti, a ese niño que juega, lo sabes, y esa locura que te atrapa. Y la soledad que se marcha, y tú que te quedas, compañero, y te acompañas. Con recuerdos, claro, melancolía, desde luego, y tu mejor novela, la experiencia, de tu gran canción, tu vida.

Y permaneces. Perdonando los malos, que en realidad quieren ser buenos. Y haciendo a los buenos mejores, a los mejores geniales, y al genio eterno. Siendo artista creador, pintor de momentos y trovador de instantes. Romancero irracional de una lógica emocionante. Pirata, artesano, inmortal, conquistador. Orgulloso, libre, valiente. Humilde, resuelto, decidido hasta caer rendido.

Eso quiero. Saber que uno más uno son uno. Que yo te diga pero tú me cuentes. Y contemos los días, y las horas, y lo segundos, que los años quedan lejos, y yo jamás pienso morirme.

Eso quiero. Pisar la tierra, navegar el mar, volar los vientos, descubrir el mundo. Salir a buscarme hasta que me encuentre. Hartarme de horizontes, sin más rumbo que mi alma, justo al centro, donde duela, que el mejor viaje es el que escuece.

Yo no quiero paraísos sin morder manzanas, ni existencias sin pecado, ni miedo que me condene. Yo quiero vencer temores y probar mi suerte, aunque fracase, una, mil veces, las que sean, esperando que el destino tenga el capricho de que acierte.

Por eso, no digas nada, antes de decirme que no se puede. No nombres temores, que aparecen. Ni seas realista, que es mentira. Ni pesimista, que te muerde. No me digas que no quieres, ni me hables de pereza, que es veneno, mortal, y me niego a que merezcas esa muerte.

Haz cuentas, total, si los números cuentan poco, normal, menos, mucho menos, de todo aquello que esperas ser, tú mismo, mucho más, que no es poco, lo sé, lo que pasa es que sabes que no te atreves…

20160211-113444.jpg

Deja un comentario