No te rindas ante ti si pretendes cordura. Tu voz interior te dirá que no puedes, que es difícil, que todos mienten y que la suerte es necesaria. No te creas nada de lo que te cuenta, que no eres capaz, que nadie te entiende y que el pasado marcará tu vida. No le hagas caso, cuando te susurre pereza, cuando te calle las ganas o te convenza de sensatez. No la escuches, que se clava en tu sombra y no te deja, que se agarra a tu voluntad y te envenena, que mutila tu espíritu y te pierdes.

Juega a arriesgarte, a creer en tus horizontes y saltarte las reglas. Crea tu mundo, pinta de colores tu existencia y dibuja tu futuro. Vence los límites, aparta las barreras, que todo es posible y el presente te espera. Ama sin medida, pues esa es la medida de la humanidad. Inventa sensaciones en los demás, que será tu orgullo continuo. Camina aún más lejos, que el universo nunca acaba. Empieza hoy, ya, ahora, que no sabes cuando ésta historia termina. Vuela, salta, grita esperanza, di no a la expectativa. Sorprende, agradece, alcanza. Regala acciones, procura sentimientos y haz nacer emociones. Explora tus miedos, sonríe al tiempo que corres hacia ellos. Enmudece la desconfianza, el desaliento y los temores. Apuesta por suspiros, aprender y equivocarse. Sigue, jamás pares, de ir hacia ti, de entender tus secretos y perdonarlos. De volver a ser tú, de quemarte por dentro y comerte el infinito.

Sueña despierto, bebido en coraje para que ocurra. Lucha tus valores, la ternura, el valor, la nobleza, tu arte, la belleza de quien se elige. La grandeza de quien se decide, la certeza del que le sigue, el honor de quien confía, la dignidad del que lo persigue. No descanses al alba, disfruta. No duermas en la noche, escribe. No te tumbes si no es a mirar el cielo, a averiguar tu estrella entre cientos y merecerla. No te tiendas si no es con tu amada, sin dejar de ser amante de la soledad, que te libera. Imagina que no hay mañana, aprovecha, muere de vida, de tentaciones y descaro. Muere de historias auténticas, de atracción y de encanto. Esquiva tu propia conciencia, convierte tus creencias en acciones, tu valía en bandera y tu corazón en ejemplo.

Sé magnífico, genial, sincero. Sé distinto, honrado, honesto. Diferente, inmortal , eterno. Sé quien quieras ser, fiero, bravo, indomable, siervo. Audaz, intrépido, bondadoso, compasivo, el talento y el esfuerzo. Busca la locura, sin razón, juicio o prudencia alguna, como los sabios que dejaron de pensar para ser experiencia, respirar cada segundo como el último, saltar al precipicio de tu alma, y entonces allí , por fin, hallar cordura…