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Frenos que frenan y alcaldes asustados…

Un Lunes más que se atraviesa como hueso de aceituna.La vida del pringao no es vida, al menos de Lunes a Jueves. Les contaré hoy la del Viernes. Caía la tarde, trabajaba en una casa palacio de esas modernas y señoriales, una de esas fiestas privadas donde el ego llega al cielo. Pero ese no es el tema. Iba pedaleando camino de Plaza Nueva, saboreando los aromas de esta ciudad en Otoño, ese olor a castañas que se impregna en los abrigos de anónimos personajes que alzan sus miradas a la altura de la Catedral, majestuosa. En esas que me encuentro enfrente del Ayuntamiento, donde, al parecer, estaban inaugurando algún tipo de obra escultórica que puedes visitar estos días. Evidentemente, donde hay una inauguración, hay un alcalde ávido de aplausos, pero yo no me percaté hasta que lo tuve a dos centímetros de mi rueda. Y es que me quedé embobado con la estatua central del conjunto, una reproducción del «Pensador» de Rodin preciosa, pude adivinar en cobre, con una luz que le daba trascendencia y grandeza. La muchedumbre se afanaba observándolo mientras yo, a una media distancia, hacía lo propio dejándome llevar por la inercia del pedaleo. Pero sucedió, al grito de ¡cuidado!, frené en seco mi montura y quedé a escasos centímetros de un pantalón liso de pinzas, de raya diplomática, al igual que la chaqueta, al igual que… la cara enfadada del alcalde de esta ciudad que me acoge.
Sus ojos se clavaron en los míos igual que los míos en los suyos, nos dirigimos una leve disculpa, a todo esto, él estaba en medio del carril bici, y seguí mi camino, el camino del pringao que va a echar horas por un sueldo mísero.
Y cai en la cuenta. Fue el «Pensador» el que me distrajo, fue la lucidez, la Verdad, la que quiso que atropellara al político, la ignorancia, lo siniestro, lo oscuro…
Pero en el último momento frené, justo al revés que ellos,pensé, que atropellan sin tan siquiera pedir una disculpa, aunque no la sientan de verdad, como la mía del viernes…malditos frenos de disco que frenan cuando frenas…

30 thoughts on “Frenos que frenan y alcaldes asustados…

  1. es verdad,jaja pero de todas formas saldrías que te lo digo yo, y ya le pondrían alguna excusa a él para el que quedase mal fueras tú…jajaja…bueno no te preocupes que ya te sacaríamos de la cárcel…haríamos recolecta y esas cosas…Venga mañana más…un besote

  2. jajajaj…aqui da juego cualquier cosa…jaja. pero eso si algún día escribes para un gran editor..no te olvides de tus principios q estamos todos enganchados…y por cierto!compra tila!!jajaja.un beso!

  3. Es de bronce no de cobre la estatua del pensador.
    En todas las épocas lo que mas ha abundado son los pringaos. Sin embargo Edgar Alan Poe parecia un pringao de mala muerte deambulando siempre por las calles y !fijate! que jamas lo olvidaremos. Sin embargo al alcalde Monteseirin si se le olvidara muy pronto…lo que importa es tu contribución al mundo y no el rol que desempeñes. Hoy tu contribuyes con tu arte a que este mundo sea mas universal, igual que Poe.

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