Tienes toda la razón. Tendrás muchos momentos en los que no te apetezca pedir perdón por algo que quizás ni siquiera hayas hecho, pero sabes que eso te libera, y ya lo compensa todo. Desde luego que decir te quiero es complicado, más cuando uno no tiene la suficiente seguridad de que sea mutuo, pero la serenidad que deja en ti poder expresarlo ya merece la pena. Ocurre lo mismo con agradecer, no es sencillo. Decir gracias encierra una actitud humilde y sincera, un gesto humano de valor para reconocer una acción de alguien que está cerca de ti, pero agradecerlo te ennoblece, y ya con eso basta para quien lo recibe.

Mucha gente me pregunta la fórmula para ser feliz. No la tengo. Pero sí sé que juntando muchas conductas puedes hacer de tu vida un remanso de paz más acorde a lo que buscas. No tengo la respuesta adecuada para que encuentres el amor de tu vida, pero entiendo que para que aparezca tienes que estar antes dispuesto. La vida es una sucesión de muchos momentos, y nadie puede quitarte el derecho a poder elegir tu actitud ante todos ellos. Puedes elegir ser realista y dejarte llevar por lo aprendido, desconfiar de todo aquel que te estrecha la mano, taparte con la manta de la cordura, o puedes elegir saltar al vacío de las sensaciones, arriesgar a conocer mundos que quizás te hagan daño, pero te hagan experimentar sensaciones vitales auténticas, y eso no tiene precio.

Estoy de acuerdo contigo. El mundo es un lugar difícil para quienes lo transitan, pero, como cualquier camino, la dificultad se convierte en orgullo para aquel que lo termina. No evites el dolor con cada paso, que no hay mayor aprendizaje que saber convivir con él. No abuses de la razón, pues no conozco muchas personas demasiado razonables acabar siendo felices. Expresa emociones, por supuesto, que la bolsa de las frustraciones es un pozo que cuando se llena rebosa, y hay que ir desahogando para que no ocurra. Equivócate, como yo, como tantos. Es la única manera de acertar en el futuro. Y no dejes de insistir en tus retos, da igual que los consigas, pero mientras los luches estarás en el presente, y no hay mejor lugar posible. Agradece, expresa y pide perdón. Es la mejor forma de ser persona y elegir tu destino, y al menos esto sí que está en tu mano, lo compruebo cada día en mi trabajo…