Aceptación, Compromiso, Humanidad, Inteligencia

Conectarse de Verdad…

Aún descubro cosas que me asombran. No se trata de sumar seguidores en redes sociales, ni “me gusta” en facebook. No se trata de de publicar libros ni de coleccionar agradecimientos que aumenten tu ego. No caigas en el error garrafal de calificar tu vida en función de los euros que conserves en el banco, de los amigos que tengas en redes sociales o de las visitas que obtengas con tu página web. No bases tu vida en números que sean efímeros y que no digan nada de emociones.

Porque la vida va de eso, de las personas que te echarán de menos cuando ya no escribas, del abrazo emocionado del paciente que termina, de los amigos que se preocupan por ti y de los amores que dejen huella. Porque con los años te das cuenta de que el tiempo no lo compra el dinero, que un día nos vamos con lo mismo que vinimos y que de nada servirá lo ahorrado. Porque la vida va de los recuerdos que guardes en tu memoria, de las buenas acciones que dejes y el legado genial que regales al universo.

La tecnología no debería ser un problema, pero está ocurriendo que nos olvidamos cada vez más de cuidar las relaciones personales. Nos estamos acostumbrando a mirar al móvil cuando vamos andando, dejando de disfrutar del entorno. Dejamos de respirar aire limpio para absorber radiaciones de una máquina que jamás nos hará felices. Una tecnología que fomenta la comparación continua, el éxito instantáneo y la comunicación sin empatía.

Y así permanecemos, enganchados a la fibra óptica, a aplicaciones que no te mejoran, a llamadas que no dicen nada y a correos que no nos llegan al alma. Adictos sin remedio a un celular que dirija nuestra existencia, organizando la agenda de los días, rellenando los huecos vacíos atentos a una pantalla, mientras podríamos estar sonriendo entusiasmados. Dependientes de una antena que de cobertura, de unas líneas de batería o de un mensaje visto pero no respondido. Conectados supuestamente a un mundo que hace mucho se ha desconectado de sí mismo.

Una vez fui a Mozambique, sin posibilidad de contactar con nadie, en medio de la nada. Sin saber durante una semana de todo ese mundo, con la única preocupación de disfrutar los instantes y agarrar los momentos. Sin más conexión que la mía con la naturaleza, sin más luces que las que me regalaba el cielo, sin más mensajes que los que venían de dentro. Allí fui feliz, en paz, en silencio, sereno, eso sí que fue un gran descubrimiento, pero hay cosas que sólo te asombran, desgraciadamente, con el paso del tiempo, aunque nunca sea tarde para que empecemos a cambiarlas y volvamos por fin a conectarnos de nuevo…

20150223-143652.jpg

2 thoughts on “Conectarse de Verdad…

Deja un comentario