Hoy te debo unas letras. Me admira tu fondo y la forma, la manera de luchar con una realidad que pretendes que cambie, el coraje que demuestras en cada gesto. Me cautivas con tu mirada dispuesta, tu presente distinto y tu pasado distante. Me motiva tu ilusión constante, tu sonrisa creciente, la ilusión de un futuro que imaginas diferente. Me embelesas con tu elección de vida, respirar a pesar de todo, despreciar los tesoros, amar el momento, los instantes magníficos y las personas que agradecen. Me emociona verte crecer, escoger ser tú, romper mil expectativas y creerte grande. Me distinguen tus palabras, tu cariño y tu nobleza. Me regalas experiencias, segundos plenos, cielos en tierra y versos en forma de existencia. Porque escribes el destino, porque inventas belleza de un suspiro, porque vences la derrota. Porque te recuerdo cuando marchas y bendigo tus pasos como los míos. Por todo eso, te debo tanto…