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Los Jueves, no sé porqué extraña razón, la pereza me invade para escribir unas líneas más o menos amables.Pero me da fuerza ver las 40 entradas de ayer en la página, 40 personas de distintos lugares con el cabezón de arriba alumbrando una esquinita de sus vidas. Curioso invento el de Internet, ha acercado gente de distintos sitios, que no tienen ni porqué conocerse. Y lo malo, claro, gente que no sabe una mierda de tí puede ponerte guapo con un correo electrónico anónimo, al estilo de las antiguas cartas anónimas, y vomitar sus complejos delante de una pantalla de ordenador… Esto es Internet señores, esto es todo lo que es.
Por lo demás, hoy no estoy muy poético, como notarán. Sigo mi ritmo de trabajo y facultad con ordenada paciencia, cada vez más integrado en un mundo que creí que nunca iba a hacer como mío.
Un imbécil más en un mundo de imbéciles e imbecilidades, dicen que cuanto más repites una palabra ésta va perdiendo su significado, por ello la redundancia…
Y sí, lo siento, quiero que pierda el Barsa, soy un talibán imbécil. Y mañana Viernes, Viernes Santo.

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