Morirás. Siento darte la mala noticia. Te lo tenía que decir, que llevas tiempo evitándote, aplazando tus sueños y postponiendo tu felicidad. Un día te marcharás, dejando un ejemplo de vida o sólo una lápida, una historia digna o una esquela en un periódico, una obra o unos restos.

Alguna vez te irás, dejando memorias o quizás olvido, acciones o intenciones, locura o aburrimiento. Dejarás letras escritas o silencio, verdades o mentiras, llegar a la cima o quedarte abajo. Los tuyos heredarán lo mejor o lo peor de ti, tus vergüenzas o tus hazañas, tus lamentos o tus hombradas. Las gestas o las palabras, las sonrisas o las lágrimas.

Cerrarás los ojos, sereno y en paz, o molesto y arrepentido, con el alma desnuda o disfrazada, con la conciencia tranquila o atenazada. El último respirar será un suspiro o un aliento, acompañado o en soledad. Tú eliges si serás inmortal, eterno para los que quedan, patrón de los que vendrán, capitán de los que navegan. O quizás mortal, efímero, fugaz, momentáneo. Tú decides si existirás, que la historia te guarde un sitio, que sonrían al escucharte, que celebren recordarte, que estés tras haberte ido.

Imagina la vida como si vivieras una, sin más oportunidades que la que tienes, sin más tiempo que el que te queda, que no es mucho, para que te apures, para que te des prisa, que cada minuto te acerca,que los segundos no se venden. Que los besos se terminan, que las luces se apagan, que los abrazos se acaban y los dineros se liquidan. Que los cielos se oscurecen, que amaneceres iguales no verás y los retos se culminan. Deja lo que estés haciendo, lucha tus sueños, calla los temores, destroza los miedos, revienta las sospechas, inventa las razones, inspira el alma con descaro, ilusiones, sin desengaños.

Desafía el destino, atrae libertad, improvisa, cautiva, embelesa, arrebata esperanza a la expectativa. Elige la forma, crea la manera, encuéntralo hasta encontrarte. No dejes de actuar, de sentir sin pensarte, de crecer, de aprender, de arriesgarte. Transmite confianza, perdona a quien te hiere, valora a quien te ama. Aún no es tarde, pero empieza. Enamora la posibilidad de haber existido como mereces, y entonces ya no morirás, nunca jamás, puedo jurarlo amigo…