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Sonriendo…

Pero a veces también encuentras razones para la sonrisa. Estaba sentado a mi lado en la cafetería, de corbata bien planchada y raya de camisa dispuesta, blanca, como el primer día. Miraba a todos lados intentando identificar quizás un gesto cómplice y humano entre tanto trabajador angustiado. Parecía esperar mientras absorbía con dulzura el zumo que le habían servido. Me pude fijar en sus zapatos, gastados de desventuras pero relucientes a la vez que humildes. Su corte de pelo, un desafío a la gravedad, símil, pensé, de su paso por este páramo de existencia. Su perfecta pose le hacia digno, sin más razones que la intuición de uno mismo, pero no dudé que acertaba en mi descripción dedicada en ese instante.

Al poco llegó la madre, tierna, de las de antes, de fina estampa y mirada reveladora, buscando entre todos a su hijo, nervioso entre tanto. No hicieron falta palabras, sólo un beso y una caricia, a lo que el chaval correspondió cariñoso. Me pude percatar al momento. Él era sordomudo, y fue Antonio quien me corroboró la historia, la historia del chico sordomudo y deficiente, querido por todos en el barrio, que supo luchar contra el destino y lograr su primer trabajo en estos últimos días de Verano. Allí había venido la madre a recogerlo, y yo como único testigo privilegiado de tal milagro, con el café a medio tomar y el corazón encogido. Salieron por la puerta como si nada, abrazados, mirando al frente como los grandes, y allí me dejaron, sonriendo…

11 thoughts on “Sonriendo…

  1. precioso relato de un milagro de neustros dias. muchas veces no nos damos cuenta de los que tenemos al lado, anonimos, y que luchan por tener una vida digna con mas dificultades que nosotros mismos. Me ha emocionado lo que has escrito hoy

  2. que grande eres. escribir cada par de dias una historia o un relato que conmueva entre tantos quehaceres que tienes tiene mucho merito. por eso me acerco a leerte por liado que este. admiro profundamente tu fuerza de espiritu, tus ideas y tu imaginacion. al mundo le hacen falta mas genios como tu. un amigo para siempre.

  3. Hoy pensé que no se podía estar más feliz, contenta de lo q soy y de lo que tengo, de lo q he luchado y he conseguido. Y tus historias, me hacen pensar q aun quedan cosas maravillosas que ver en este mundo y por las q luchar…el amor, los sueños, la libertad, la risa…

    Un abrazo muy fuerte.

    ¡Desde ayer pedagoga!

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