Aceptación, Compromiso, Guadalquivir, Humanidad, Inteligencia, Personajes

La Vida son Suspiros…

La vida no va de esperar a estar muriendo para darte cuenta que existes. Ni va de títulos en la pared ni dinero en el banco. La vida no va de tener ni tampoco de conjugar demasiado la primera persona del singular. No va de pensar en el pasado ni aguardar el futuro, ni de ahorrar fuerzas o de tener muchos secretos. No te equivocas si no lo intentas, pero eso no es acertar, ni siquiera quedarte cerca. No aspires a una existencia sin errores, que sólo allí hallarás aprendizaje, y no hay mejor tesoro. No pretendas olvidar lo malo, que del dolor surgen los genios, y no naciste para otra cosa.

No te niegues a lo que te gusta, ni te persigas por tu deseo, que si es humano es justo, y no hay peor juez que tu propia conciencia. No te pares cuando digan que es imposible, que de ejemplos está el universo lleno, héroes que rompieron límites que parecían insuperables. No te creas nada si no te mejora, que las excusas viven tan sólo en tu cabeza, pero es tu oído el que las escucha si te rindes ante ellas. No vendas tus sueños por estabilidad, que la seguridad es una red mentirosa que te aleja de tu propia alma.

Y sí, desde luego, muere de vida, desesperando mientras existas. Que vivir son las experiencias, las caricias y las miradas. Es la amistad verdadera, el plural de todos los tiempos y personas. Que va de sentir el presente, que no hay otra cosa, y la intimidad es un bien compartido. Que la vida va de intentarlo, da igual el resultado. De caer y levantarse, tocar las tentaciones y reinventar nuestro entorno. Que esto va de motivar al que está al lado, de hacer mejor a quien te ama, de hacer por ti, desde luego, pero empezando por el otro.

Acepta lo que venga, que querer es poder, y te toca demostrarlo. Haz lo increíble, que hacen falta muestras de coraje en un mundo que empieza a despertarse. Ten fe, eterna, que los locos escriben la historia, y los cuerdos apenas viven. Lucha tus verdades, por supuesto, pero pon la lupa, no vaya a ser que te estés creyendo tus propias mentiras. Que nadie te dibuje tu sendero, pues no hay, excepto el que construyas con tus pasos.

Que la vida va de vivirla, de volar las alturas y habitar con ternura. Que va de arriesgarse, de escribir tu propia historia, de respirar profundo y seguir sonriendo. Que la vida va de ti, de tus bellos andares por un mundo sin caminos, hasta que fallen las fuerzas y nos encuentre el destino. Y entonces expirar, ese último instante, pero tan sólo después de muchos suspiros…

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