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Hoy estoy de mejor humor, quizás sea que se acerca el finde. Pensé mucho ayer por la tarde, ejercicio muy práctico y sano cuando tienes entre manos mil problemas y dificultades para llevar una vida medianamente saludable. El problema de mi personalidad es que arrastro, para bien o para mal, a los que me siguen y me adoran, a los que tengo más cerca. Pero siempre, despues de la tormenta, torna la claridad de un Sol, nublado, pero al menos no hay que acudir a luces artificiales…
Y es ahí cuando me siento culpable, jamás fui de medias tintas, pero en este aspecto me hubiera gustado ser de otra manera…
Hoy no contaré ninguna historia, no espereis reflexiones o críticas ácidas. Hoy utilizo este apartado como confesionario de mis actitudes, tan extravagantes como mezquinas. Y cargaré con mi propia penitencia, intentar ser más positivo en la vida, valorar a quienes me quieren y me respetan y no caer en la autodestrucción, más líbranos del mal….

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