Enrique Vazquez Oria

Animales pero distintos…

Sobra decir que este pasado puente me dediqué, como media España, a hacer molde en mi sillón preferido y a comer las delicias de mi madre, que son muchas y variadas. Pero hubo dos imágenes que me hicieron saltar de la cómoda postura. Una, quizás lo hayan visto, lo del perro que coge del hocico a otro perro atropellado en medio de la autovía, jugándose la vida en medio del tráfico que iba a toda velocidad por un compañero quizás ya inerte. Un gesto tan humano que parece mentira que lo lleven a cabo estos dos animalitos.
La otra imgen es más tétrica aún. Los del Caiga quien Caiga, tan ácidos como siempre, se dedicaron a preguntar cuestiones básicas a los Diputados en la puerta del Congreso. Nada de difíciles fórmulas, preguntitas del tipo cual es la Capital de tal provincia o a qué temperatura hierve el agua. Ya se imaginarán las respuestas, al menos las que sacaron en pantalla… algo peor que lamentables. Pero hubo una que fue la monda, le preguntaron a la señora Ministra de Trabajo por el sueldo mínimo profesional en España y, señores, la horrible política no tenía ni pajolera idea. Díganme si no es para organizar una revuelta y saquear las Arcas del Estado en pos de una repartición justa…
Y ahora comparen historias, la del perro y la de la MInistra, y piensen cual de los dos se preocupa más por el prójimo, cual de los dos vive mejor y, sobre todo, cual de los dos tiene más Humanidad… y llegarán a la conclusión de siempre, votamos en las urnas a los animales equivocados…